El Viento: Aquello que nos atraviesa en silencio y nos devuelve el movimiento
- geraldinefowler
- 20 jul
- 3 Min. de lectura
Un símbolo que no se impone… sino que inspira.

No tiene forma ni rostro, sin embargo el viento nos roza, nos mueve, a veces nos sacude. Entra sin pedir permiso. No exige nada. Pero lo cambia todo.
El viento, ese aliento invisible, es mucho más que un fenómeno meteorológico: es una fuerza interior, un guía sutil, una respiración del mundo que resuena con la nuestra.
Hay momentos en los que, con el rostro vuelto hacia el cielo, sentimos que algo nos atraviesa. Una intuición. Un recuerdo. Un nuevo impulso. Como si el universo, en silencio, soplara hacia nosotros una dirección.
El viento en los mitos y los relatos modernos: aliento divino y mensajero invisible
Desde siempre, el viento ha sido portador de señales. En la mitología griega, toma la forma de los Anemoi, dioses de los vientos:
Eolo, señor de los soplos, guarda los vientos en un odre. En la Odisea, le entrega a Ulises el camino de regreso… hasta que un error libera la tormenta.
Céfiro, viento del oeste suave y amoroso, transporta a Psique al palacio de Eros en las Metamorfosis, símbolo del deseo y de la ligereza.
Bóreas, viento del norte, duro e invernal, encarna la pasión salvaje cuando rapta a Oritía entre ráfagas heladas.
En las obras modernas, el viento sigue siendo una presencia vibrante y cambiante:
El Viaje de Chihiro de Miyazaki, donde el viento acompaña las transiciones entre mundos, soplando justo cuando Chihiro cruza al reino de los espíritus.
Aladdin, donde el viento se convierte en promesa de libertad con la alfombra voladora y las tormentas mágicas.
Interstellar, donde las tormentas de polvo son símbolos del colapso del mundo, pero también susurros del futuro, llevados por el viento.
El viento es aliento del destino, voz de lo invisible, agente de paso.
El aliento: respiración, conexión, sabiduría encarnada
Respirar es recibir la vida, crear espacio en nuestro interior. El aliento es nuestro vínculo directo con el presente, nuestro hilo de conexión con el mundo.
En la respiración consciente, cada aliento se vuelve una brújula interna.
En la meditación, es a través del aliento que regresamos a nosotros mismos y atravesamos la agitación.
En la danza, el canto, la creación, el aliento guía el ritmo, la profundidad, el impulso.
A veces, en nuestra rutina mecanizada, nos deslizamos en modo contemplativo… casi robotizados por nuestras preocupaciones. Y entonces, una ráfaga fuerte sopla sobre nuestro rostro, agita nuestra ropa o levanta las hojas — y de pronto, recordamos que estamos vivos. Ese escalofrío, ese aliento inesperado, se convierte en un despertar discreto, como si el universo susurrara: «La vida es mucho más grande que tu rutina y tus preocupaciones cotidianas.»
El aliento es sabiduría encarnada, viaje silencioso, presencia que susurra.
El viento según Jung: el inconsciente en movimiento
Para Carl Gustav Jung, el viento es un símbolo vivo del funcionamiento psíquico:
Es invisible pero real, como las fuerzas inconscientes que nos atraviesan.
Puede representar el Sí Mismo (Self), esa unidad profunda hacia la cual el individuo aspira mediante el proceso de individuación.
En los sueños, el viento suele ser portador de cambio, llamado a la transformación, o mensajero arquetípico.
Como decía Jung:
«El símbolo contiene algo desconocido, indecible, misterioso...» Y el viento, invisible y presente, lo encarna a la perfección.
¿Y si las ideas fueran vientos pasajeros?
Hay pensamientos que nos atraviesan como ráfagas. Intuiciones ligeras como una brisa. Decisiones que llegan como una tormenta… y lo revuelven todo.
Algunas ideas nos rozan, apenas nos tocan.
Otras se infiltran y cambian nuestra trayectoria.
A veces, el viento nos empuja hacia donde no nos atrevíamos a ir.
Las ideas son alientos vivos: impulsos creativos, llamados del destino, direcciones ocultas.
¿Y tú, qué viento llevas dentro?
Antes de cerrar esta página, deja que estas corrientes te acaricien: ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste tu aliento… de verdad? ¿Qué viento interior te impulsa ahora — ¿suave o tempestuoso? ¿Qué pensamientos volátiles te invitan a cambiar de rumbo? ¿Y si dejaras que te guiara… aquello que no se ve, pero que susurra a través del aire?
✨ ¿Y si compartieras el viento que te habita hoy? Deja una palabra, una imagen, un suspiro. Me encantaría descubrir lo que esta corriente ha despertado en ti.
🌬️💫


Super interesante, gracias! El mejor emoji para describir el viento que siento en estos momentos: 🌪️
No me lleva en ningúna dirección precisa, solo me empuja hacía arriba y me temo que en algún momento me dejará caer como una vaca de Twister 😅